Sebastián Conejero es un reconocido procurador con una trayectoria de casi 50 años en la profesión. Nacido el 12 de enero de 1922 en Orihuela, Alicante, ha vivido toda su vida en esta localidad. Confilegal ha tenido la oportunidad de conocer su historia a través de su nieto, Tomás Conejero, quien es abogado en el despacho Blau Abogados. A sus 101 años, Sebastián Conejero tiene muchas historias que contar, desde su experiencia durante la guerra hasta su dedicación a la agricultura y su pasión por el Derecho.

Estudios y Comienzos en la Procura:

Sebastián Conejero, siendo el mayor de 9 hermanos, vivió durante la época de la guerra, trabajando en un molino, pero afortunadamente nunca pasó hambre gracias al acceso al pan. Estudió magisterio y se incorporó a la Procura por casualidad y por recomendación de un conocido. En aquella época, no se exigía que los procuradores fueran licenciados o graduados en Derecho, por lo que se fue familiarizando con el trato con abogados y adquiriendo conocimientos en el campo del Derecho.

Experiencia Profesional:

Sebastián Conejero ejerció la Procura en dos etapas de su vida. En un momento tuvo que parar durante unos años para dedicarse al negocio de la agricultura de su suegro, pero posteriormente retomó su profesión hasta su jubilación, siempre compaginándola con las labores de la huerta. Durante todos estos años, ha acumulado numerosas anécdotas que contar. Su nieto, Tomás Conejero, destaca el caso de una subasta de una finca en la que su abuelo pujó por ella y la devolvió a la dueña por el mismo valor, ya que ella desconocía la existencia de la subasta y podría haber perdido la finca.

Reconocimientos y Legado Familiar:

A principios de febrero, el Colegio de Procuradores de Alicante (ICOPAL) quiso rendir homenaje a Sebastián Conejero por su dedicación a la profesión a lo largo de su vida. La decana del Colegio, Pilar Fuentes, entregó una placa al procurador en su domicilio, en un emotivo acto que contó con la presencia del decano del Colegio de abogados de Orihuela, Manuel Almarcha, así como amigos y antiguos colegas de trabajo. Este reconocimiento llenó de ilusión a Sebastián Conejero y su familia, quienes comparten su pasión por el Derecho. De hecho, tiene dos hijos, uno abogado y otro forense, y dos de sus cinco nietos son abogados y socios en un despacho, lo que demuestra que la tradición jurídica se ha mantenido en la familia.

La vida y la trayectoria de Sebastián Conejero como procurador son ejemplos de dedicación, pasión y perseverancia en el campo del Derecho. Con casi 50 años de experiencia en la profesión, ha dejado un legado en su familia